martes, 23 de agosto de 2011

A propósito de las denuncias del Washington Post sobre la participación de EEUU en las actuaciones criminales del DAS

Revuelo noticioso ha causado el articulo del Washington Post sobre el desvío de fondos del gobierno de EEUU para sufragar los costos de las actividades criminales del DAS, a las que eufemísticamente se las conoce como “chuzadas”.

Las “chuzadas” en si ya no son noticia, pues ya llevamos más de dos años hablando de ellas. Lo que es noticia para la mayoría de colombianos es entonces la revelación de que los gringos hayan suministrado no solo los equipos de interceptación sino expertos, entrenamiento de agentes del DAS, y obviamente millones de dólares para financiar las operaciones de seguimiento y hostigamiento de jueces, periodistas independientes, opositores del narcoparauribismo, ONGs, defensores de derechos humanos, sindicalistas, etc….

Y esto ocurre porque el colombiano promedio no tiene idea que para los gringos, financiar y apoyar las actividades criminales y represivas de sus clientes locales, es y ha sido el componente más importante de su política y “diplomacia” internacional.

Política que, con ciertas variantes, la aplican también en países cuyos gobernantes han dejado de ser sus coimas como es el caso de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba, para mencionar solo países de la región. Obviamente, en estos casos la financiación y apoyo logístico y militar la proporcionan a grupos políticos de oposición y a bandas criminales y de paramilitares que se prestan para acometer actividades terroristas tendientes a desestabilizar los países, y en muchos casos, a asesinar a sus presidentes. Es así como esta “ayuda” la tienen que canalizar a través de organizaciones camufladas de ONGs pero también a través de las propias embajadas y de la CIA, pero en total secreto.

El procedimiento es distinto con gobiernos arrodillados como el de Colombia. En estos casos también tienen que mantener en secreto muchas de sus operaciones, pero el encubrimiento es frente a los gobernados no frente los gobernantes, pues estos últimos son simples títeres que obedecen lo que se les ordene, bien sea a través de su embajada, la CIA, DEA, etc. Obediencia que obviamente es bien recompensada; no solamente sosteniéndolos como gobernantes sino enriqueciéndolos y blindándolos de cualquier acción judicial por los crímenes que cometan “defendiendo la libertad y la democracia”, según reza el discurso imperial. Defendiendo la “seguridad democrática” decía el narco ex presidente Uribe, a quien por su arrastrado servilismo, le permitieron que le diera su propio nombre al terrorismo de estado que le ordenaron aplicara durante su gobierno.

Así las cosas, lo único que queda de noticia es el hecho de que estas actividades sean publicadas por el Washington Post, un medio reconocido precisamente por encubrir e incluso promover la política exterior del gobierno de EEUU descrita brevemente en los párrafos anteriores.

De ahí que no causaría sorpresa que el Washington Post termine cediendo a las demandas de rectificaciones. No se puede olvidar que este medio al igual que el Wall Street Journal, y algunos  de sus periodistas y columnistas de manera particular, fueron beneficiaros de jugosos contratos por parte del narco gobierno de Uribe cuyo objetivo era publicar separatas especiales, editoriales y columnas elogiando sus fabricados logros y reformas.

Tampoco era necesario el show ridículo del gobierno colombiano de pedir clarificaciones al gobierno gringo. No han aclarado sus acciones de conspiración y desestabilización política y económica adelantadas en muchos países, y que se han conocido en el mundo entero con ocasión de las revelaciones de Wikileaks, menos lo van a hacer ahora porque uno de sus títeres se lo pide. Un gobierno títere que le ha entregado no solo la soberanía territorial para que ejerza todo tipo de actividades militares sino también el patrimonio económico y lo poco que queda de sus recursos naturales, minerales y energéticos.  

Si fuera un gobierno soberano lo que haría es exigir que se adelanten las investigaciones pertinentes al interior de todas las organizaciones que manejaron fondos de los EEUU, empezando por la oficina presidencial; y ofrecer todas las garantías para que los investigadores tengan acceso a todos los documentos, archivos, contratos, pagos, etc. Pero no, eso no va a pasar con el gobierno de Santos. No solo porque como ministro de Uribe tenia pleno conocimiento de las chuzadas y desvío de fondos gringos, sino porque su gobierno es continuismo puro del de Uribe. De hecho, Santos ha sido y es más fanático del gobierno gringo que el propio Uribe. Pero al pueblo le dicen es que bajo los gobiernos de Uribe y Santos el país se ha convertido en el mejor “aliado” de EEUU; el mejor amigo, dicen los gremios empresariales que representan a las oligarquías cómplices.

De esa manera esconden lo que realmente son: unos títeres, clientes, serviles arrastrados del imperio gringo, de sus bancos multilaterales y de sus corporaciones multinacionales que explotan y saquean el país.

sábado, 20 de agosto de 2011

La procuraduría absuelve delincuentes de cuello blanco de la era Uribe

Frente a contundentes evidencias en su contra, los funcionarios corruptos, que por lo demás acceden a sus cargos por recomendaciones politiqueras más que por meritos, están acudiendo a la estrategia de hacer creer que como cabezas de una u otra institución estatal no tienen porque saber lo que ocurre al interior de la propia institución que dirigen, mucho menos al interior de dependencias adscritas, lo cual implica que prefieren ser vistos, en el peor de los casos, mas como unos ineptos que como corruptos.

No  obstante, hay que decir que la pretensión de aparecer como unos ineptos funciona solo con un pequeño segmento de la sociedad pues para la gran mayoría de colombianos, estos funcionarios corruptos e ineptos son patriotas que se sacrifican y trabajan incansablemente por el bien de ellos, y como tal las acusaciones en su contra no son más que persecuciones o venganzas de enemigos políticos o de la misma justicia. 

El ejemplo más reciente es la farsa de investigación adelantada por la procuraduría en contra del director de la DIAN por su complicidad y/o omisiones en el cobro de impuestos a las empresas de los Nule durante los últimos cinco años.

Pero más allá del cinismo e insulto al escaso sentido de ética y moral que queda en el país, por parte de estos rufianes, al pretender desviar investigaciones disciplinarias y penales por los evidentes delitos de corrupción, lo que la sociedad en pleno debe repudiar es la actuacion de las autoridades que investigan estos delitos por su evidente confabulación con los delincuentes de cuello blanco de la administración Uribe. 

Presentar como “investigación” el simple envio de un cuestionario con preguntas amañadas (y seguramente pre acordadas) y aceptar como prueba suficiente lo que estos delincuentes responden sobre sus responsabilidades como cabezas de estas entidades (que de paso aprovechan para auto absolverse de todo cargo de corrupción), sin siquiera hacer un riguroso escrutinio de sus respuestas y confrontación con sus propias investigaciones, es un hecho que toda la sociedad debería rechazar.

Escuchen por ejemplo las recientes declaraciones del procurador delegado en el caso de la investigación en contra de ex directores de la DIAN y saquen sus propias conclusiones.


La conclusión nuestra es que el agente de la procuraduría está prevaricando pues omitió investigar y constatar por su propia cuenta cual es la estructura, como funciona, que líneas de mando existen en la DIAN para tomar decisiones y reportar delitos como el no pago de impuestos, cuáles son las funciones y responsabilidades encomendadas al director en cuestión; e incluso las propias actuaciones de los Nule y estructuras legales de sus empresas afiliadas. Pero claro, como se trata de delincuentes de cuello blanco, de los tantos rufianes que asaltaron el erario público durante la administración del narcoparauribismo, suficiente con que ellos mismos se auto absuelvan de toda responsabilidad. Al fin de cuentas esa estrategia es la que ha utilizado y sigue utilizando su ex jefe el narco ex presidente Uribe.

Lo otro que hay que “resaltar” de la entrevista es la mediocridad y complicidad del periodista. Ni una pregunta sobre qué investigaciones adelantó el investigador mas allá de elaborar el mencionado cuestionario y darle credibilidad absoluta a las respuestas del funcionario investigado; por el contrario,  elogios van y vienen; claro reflejo del seudoperiodismo  servil y arrastrado que prevalece en la gran mayoría de medios de comunicación.

domingo, 7 de agosto de 2011

A propósito de noticias que no son noticia ni reflejan la realidad nacional

Son muchas las noticias que no deberían ser noticia, menos cuando se presentan como verdades que no lo son, y que como tal deberían ser inmediatamente controvertidas y develadas como lo que realmente son: pura propaganda.
Una de ellas, como era de esperar, es el corte de cuentas del primer aniversario del gobierno de Santos, y en especial el recuento y magnificación de sus logros,  dentro de los cuales se resalta el haber consolidado la “unidad nacional”.  
Al respecto lo que hay que decir es que la verdad y realidad son totalmente opuestas a lo que el gobierno y su prensa de bolsillo quieren hacer creer; pues este “logro” no es más que  el contubernio político que el gobierno de Santos negoció con la mayoría del congreso de la republica, del cual el único partido minoritario que no participa es el Polo Democrático.  Lo insólito es que ese contubernio montado alrededor del partido de garaje que creó el narcoparauribismo sea presentado como el mayor logro, pues lleva implícito que es benéfico para la gobernabilidad de la nación y la sociedad en general.
Lo primero que hay que rechazar es el uso del término “nacional” y llamarlo como lo que es: una componenda politiquera montada para garantizar que los planes siniestros de Santos y los que quedaron sin terminar del anterior gobierno sean aprobados sin mayor oposición, distinta de las denuncias que pueda hacer la bancada minoritaria del Polo Democrático, las cuales serán por supuesto minimizadas o satanizadas con la estrategia de que ese partido no quiere que el país mejore; o peor aún, que son antipatriotas.
En segundo término, el contubernio que Santos y su prensa de bolsillo presentan como logro también debe ser visto como una afrenta a la ya de por si diezmada democracia, pues en la práctica lo que significa la mal llamada unidad nacional es la cooptación de lo que queda de los partidos políticos tradicionales por parte del narcoparauribismo. Repudiable que Santos invoque precisamente el termino “democracia” para responder a las justificadas preocupaciones de la rama judicial con ocasión del proyecto de amordazamiento de la justicia que tramita en su congreso de bolsillo.
A cuales debates se referirá Santos cuando les responde a los magistrados que expresan sus preocupaciones por el proyecto de reforma a la justicia, si esos “debates” precisamente serán  realizados por un congreso cooptado?
Se referirá acaso a las negociaciones por debajo de la mesa ya adelantadas con el ex presidente Uribe y con los jefes de los seudopartidos que hacen parte de esa componenda politiquera que él llama ‘unidad nacional”?
O se referirá acaso a los sainetes que montan en el congreso para que la galería quede convencida de que allí realmente ocurren debates en torno a proyectos legislativos y políticas que afectan los intereses de la sociedad?



Otra noticia que no es más que pura y burda propaganda es la favorabilidad y aceptación de Santos.  Dejando de lado la discusión sobre la credibilidad de las encuestas que le dan una favorabilidad de más del 80%, la lectura que harán, no solo cualquier colombiano medianamente informado sino ciudadanos extranjeros y organizaciones internacionales que conocen la realidad nacional, no es que Santos es un presidente popular menos que es competente y muy efectivo en solucionar las necesidades de sus gobernados; sino que los ciudadanos colombianos, o son muy estúpidos o conformistas con sus propias desventuras, o la propaganda oficial es tan efectiva que lo poco que puedan pensar negativamente de Santos es efectivamente contrarrestado y transformado en favorabilidad.
De la historia reciente se puede concluir que la favorabilidad del presidente de turno es una combinación de estupidez/conformismo/borreguismo que hace parte de la configuración mental/cultural del colombiano típico; efectiva propaganda oficial, y de una bien diseñada estrategia de adoctrinamiento a través de los medios prepago, la cual incluye asfixia mental y emocional mediante programas radiales y televisivos que capturan/constriñen totalmente la poca capacidad de discernimiento de los colombianos. Estos programas incluyen, telenovelas, reinados, futbol a toda hora, mal llamados noticieros que realmente son espectáculos de celebridades, reality shows, y por supuesto, segmentos de ofertas de dudosos productos para la salud y belleza, oficios religiosos, sesiones de curaciones milagrosas, etc., etc.
De ahí que no debe causar sorpresa que el presidente más corrupto, el más inepto, el más cínico, un mafioso y paramilitar, haya logrado (y aun como ex presidente) índices de aceptación y favorabilidad por encima del 70% y durante los 8 años que oprimió, explotó, robó, persiguió y extermino al pueblo colombiano. Un record que cualquier presidente del mundo, incluido los dictadores, envidian.

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