domingo, 27 de noviembre de 2011

A propósito de la muerte trágica de los rehenes de las FARC – Plan de rescate fallido u operación para entorpecer la liberación unilateral anunciada por las FARC


La ONU ha declarado que el asesinato de los rehenes en poder de las FARC es un crimen de guerra. De una guerra fratricida que desde hace 6 décadas libran los rebeldes de la guerrilla en contra de un Estado derechista que se empeña solo en proteger los intereses económicos y privilegios de las oligarquías políticas y económicas locales, y los de su patrones en Washington.

Si este asesinato es un crimen de guerra, los atroces crímenes de estado, los mal llamados “falsos positivos”, ejecuciones extrajudiciales, que calificación merecen?  Crímenes de lesa humanidad?!!  Sin duda lo son.

Así lo han calificado en el pasado no solo la ONU sino todas las organizaciones de Derechos Humanos del mundo. Y no pueden calificarse de otra manera porque no hay crimen más abominable y aberrante que el cometido por el Estado en contra de  ciudadanos inocentes a quienes se supone que debe proteger y garantizar su vida y su libertad.

Como es usual en el país, las reacciones y emociones mediáticas de indignación por la muerte de los rehenes no les permite a los colombianos cuestionarse su indolencia e indiferencia mostrada durante los 13 años que estos humildes colombianos permanecieron privados de su libertad. Menos cuestionar la indolencia, intransigencia y políticas guerreristas de este y los anteriores gobiernos  con respecto al manejo del conflicto interno y, muy particularmente, el olvido y abandono en que dejaron a sus “héroes de la patria”. Dejaron que la selva se los devorara poco a poco durante 13 años y ahora tienen el descaro y cinismo de salir a expresar condolencias a sus familias.

Las emociones mediáticas tampoco permiten a la sociedad civil detenerse a analizar fríamente los hechos sucedidos con anterioridad a la operación fallida de rescate que terminó con la muerte de los rehenes. El grupo de Colombianos por La Paz ha revelado una carta enviada por las FARC, recibida el dia anterior al rescate suicida, en la que declaran su decisión de liberar unilateralmente a 6 rehenes; y hacen referencia a que esta era una decisión que Alfonso Cano había tomado antes de ser asesinado por el ejercito.

Así las cosas, es obvio que el gobierno sabia que las FARC liberarían a los 6 rehenes. Porque entonces emprender un plan improvisado y suicida de rescate?

Acaso por sabotear la liberación unilateral y así evitar que el gesto de las FARC sea visto como una manifestación de iniciar negociaciones de paz que podría ser valorada positivamente dentro y fuera del país?

Temía el gobierno de Santos que esta liberación reviviera las exigencias, no solo por parte de la mayoría de colombianos sino de ciudadanos y gobiernos extranjeros, de que parara la guerra y abriera espacios para una negociación política?

Es evidente que una liberación unilateral de rehenes no cuadraba nada bien en la agenda de Santos de escalar arremetida contra las FARC, anuncio que había hecho apenas días antes de la supuesta operación de rescate.

Lo cual lleva a pensar que el objetivo de la operación no era propiamente rescatar a sus “héroes de la patria” sino sabotear e impedir que la liberación unilateral se diera. Desde este punto de vista, la operación fue mas que exitosa, pues a las razones dadas para justificar el incremento de presupuesto para la guerra, ahora le puede agregar el suceso de la muerte de  los rehenes que supuestamente pretendían rescatar, para lo cual no se demoraron en poner a funcionar su maquinaria propagandística, esta vez dirigida a manipular las emociones de los colombianos y lograr que los señalamientos de responsabilidad solo apunten en una sola dirección, esto es en contra de las FARC.

No obstante, con la operación del supuesto recate el gobierno ganaba con cara y con sello. Por un lado, si el rescate hubiese sido exitoso este se habría presentado como otro duro golpe contra las FARC lo cual demostraba la efectividad y profesionalismo de las fuerzas estatales, adquiridas gracias a los cuantiosos recursos destinados para su entrenamiento , armamento y equipos de rastreo. Por el otro lado, si fallaba (como ocurrió), la muerte de los rehenes seria utilizada para atizar aun mas el odio hacia a la guerrilla y aprovechando la indignación mediática sembrada en los colombianos, fortalecer su política guerrerista como la única alternativa para acabar con el conflicto.

La prueba de la manipulación sobre la opinión publica es la marcha de protesta que están organizando para el 6 de Diciembre con las consignas de No Mas Violencia y No Mas FARC. La consigna de No Mas Violencia, per se, es muy ambigua pues pareciera que la guerra es contra del pueblo y no en contra del establecimiento. De hecho, el manifiesto que han preparado sus organizadores para la marcha parece que lo hubiese escrito José Obdulio Gaviria  y Uribe y no alguien que tenga plena claridad de que el Estado es un actor determinador  de la guerra barbárica que se libra entre colombianos.

Como sumisos lacayos del gobierno de EEUU, Uribe y Santos resultaron excelentes replicadores de las estrategias que su patrón les ha enseñado, y que sus generales (alumnos destacados de la Escuela de las Américas) se encargan de implementar:  Fabricar, auspiciar o aprovechar eventos perturbadores para introducir y poner en marcha agendas políticas que en condiciones normales (de paz) les seria difícil vender, menos lograr la aprobación de la mayoría de la opinión publica.

Guardadas las proporciones, similares estrategias son las que el gobierno de EEUU puso en marcha antes, durante y después del atentado de Septiembre 11 de 2001, para justificar y perpetuar las guerras de terror que libra en varios países, así como la creación de un estado policía que persigue y vigila todos los movimientos y pensamientos de sus ciudadanos, estigmatiza el disentimiento y reprime violentamente cualquier movimiento social de protesta.

Cuando despertaran los colombianos y le exigirán al presidente Santos que les devuelva la llave de la paz que dice tener en su bolsillo? La consecución de la paz no es algo que se le pueda endosar a una sola persona, así esta se envista de poderes sobrenaturales.

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