miércoles, 30 de mayo de 2012

Cuando Los Respetables se Vuelven Extremistas – James Petras



Articulo de interés publicado originalmente en el portal Contrainsurgencia.com

Introducción

Bajo cualquier parámetro histórico, ya se trate de la legislación internacional, las convenciones de los derechos humanos, los protocolos de Naciones Unidas o los indicadores socioeconómicos, las políticas y prácticas de los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea se pueden calificar de extremistas.

Con esto queremos decir que sus políticas y prácticas se traducen en destrucción sistemática a gran escala y largo plazo de vidas humanas y hábitats y afectan probablemente a millones de personas mediante la aplicación directa de la fuerza y la violencia. Los gobiernos extremistas detestan la moderación que comporta rechazar las guerras declaradas y preferir las negociaciones pacíficas. La moderación busca la resolución de conflictos a través de la diplomacia, la negociación y el rechazo del terrorismo de Estado y paramilitar, la desposesión masiva, el desplazamiento de poblaciones civiles y el ataque sistemático contra los sectores populares de la sociedad civil.

La primera década del siglo XXI ha sido testigo del abrazo de Occidente al extremismo en todas sus manifestaciones, tanto de la política interior como exterior. El extremismo es una práctica habitual de los autodenominados conservadores, liberales y socialdemócratas. Antes, ser conservador suponía preservar el statu quo y, como máximo, hacer pequeños ajustes en los márgenes. Los «conservadores» actuales exigen el desmantelamiento completo de la totalidad de los sistemas de bienestar social y la supresión de las restricciones legales tradicionales que protegen de los abusos contra la mano de obra y el medio ambiente. Los liberales y socialdemócratas que antes, de vez en cuando, ponían en cuestión los regímenes coloniales han estado en la primera línea de guerras coloniales múltiples y prolongadas que han asesinado y desplazado a millones de personas en Iraq, Afganistán, Libia y Siria.

El extremismo, tanto en lo referente a los métodos, los medios y los objetivos, ha destruido las distinciones entre políticos de centro-izquierda, de centro y de derecha. A quienes se oponen moderadamente a las políticas de rescatar a una docena de bancos importantes y empobrecer a decenas de millones de trabajadores se les llama «izquierda dura», «extremistas» o «radicales».

Siguiendo la estela de las políticas extremistas de las autoridades públicas, los respetables y prestigiosos medios de comunicación impresos se han entregado a sus propias versiones del extremismo. (1) Las guerras coloniales que devastan la sociedad civil y empobrecen material y culturalmente a millones de personas en los países colonizados se justifican, adornan y presentan como legítimas, humanas y promotoras de valores democráticos seculares. Las guerras internas en nombre de las oligarquías y contra los trabajadores asalariados, que concentran la riqueza y ahondan en la desesperación de los desposeídos, se califican de racionales, virtuosas y necesarias. Las diferencias entre los medios prudentes, equilibrados, prestigiosos y rigurosos y la prensa amarilla sensacionalista han desaparecido. La invención pura y dura, las omisiones flagrantes y las distorsiones de los contextos se encuentran tanto en unos como en otros.

Para ilustrar el reinado del extremismo en los círculos oficiales y la prensa de prestigio analizaremos dos casos concretos: las políticas estadounidenses hacia Colombia y Honduras y la cobertura informativa que han dado de ellas The Financial Times y The New York Times.
Colombia: «La democracia más antigua de América Latina» contra «la capital mundial de los escuadrones de la muerte»
Siguiendo los pasos de las alabanzas eufóricas que de la emergencia de Colombia como imagen emblemática hacía en un número del mes de abril la revista Time, así como de The Wall Street Journal, The New York Times y The Washington Post, The Financial Times publicó una serie de artículos que incorporaban una sección especial sobre el «milagro» político y económico de Colombia: «Investing in Colombia» [«Invertir en Colombia»]. (2) Según el enviado especial a América Latina de The Financial Times, un tal John Paul Rathbone, Colombia es «la democracia más antigua del continente». (3) La fascinación de Rathbone por el presidente Santos de Colombia trasciende de deberse a su papel como «agente de poder emergente» para la Sudamérica continental hasta llegar a hacerlo responsable de dar garantías a los inversores extranjeros en Colombia y «despertar la envidia» de otros gobiernos menos exitosos de la región. Rathbone pone de relieve la historia de un dirigente empresarial del país que afirma que Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia, «vive sus mejores tiempos». (4)

En sintonía con la opinión de la élite extranjera y empresarial, el respetable medio de comunicación impreso describe Colombia como un país próspero, pacífico, generoso con las empresas (porque recibe las tasas de regalías por las extracciones mineras más bajas de todo el continente) y un modelo de democracia estable que debe ser emulado por todos los líderes con amplitud de miras. Con el presidente Santos, Colombia ha firmado un tratado de libre comercio con el presidente Obama, su aliado más estrecho en el continente. (5) Con el presidente Bush, los sindicatos, los grupos de derechos humanos y religiosos y la mayoría demócrata del Congreso estadounidense consiguieron bloquear el acuerdo sobre las bases militares aduciendo las violaciones continuas de los derechos humanos en Colombia.

Cuando Obama suscribió el tratado de libre comercio, la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industrailes (AFL-CIO, Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations) y la oposición demócrata se se vinieron abajo en el momento en que el presidente Obama reclamó una mejora significativa en la situación de los derechos humanos y el compromiso de Santos para poner fin a los asesinatos de dirigentes y activistas sindicales. (6)

La paz, la seguridad y la prosperidad alabadas por las élites petroleras, mineras, banqueras y del sector agrario se basan en el peor expediente de derechos humanos de América Latina. En lo referente al asesinato de sindicalistas, Colombia supera a la totalidad del resto del mundo junto. Entre los años 1986 y 2011, más del 60 por ciento de los sindicalistas asesinados en todo el mundo murieron en Colombia a manos de una fuerza militar-policial-paramilitar combinada, en gran medida a instancias de dirigentes empresariales nacionales y extranjeros. (7)

La «paz» que Rathbone y su cohorte de The Financial Times elogian tiene un coste de más de 12.000 asesinatos, detenciones, heridas y desapariciones de sindicalistas entre el 1 de enero de 1986 y el 1 de octubre de 2010. (8) En ese periodo fueron asesinados casi 3.000 dirigentes y activistas sindicales y varios centenares fueron secuestrados o desaparecieron. El presidente Santos era Ministro de Defensa durante el mandato del anterior presidente Álvaro Uribe (2002-2010). En esos ocho años fueron asesinados 762 dirigentes y activistas sindicales, más del 95 por ciento a manos del Estado o de fuerzas paramilitares aliadas. (9)

Bajo los mandatos de los presidentes Uribe y Santos (2002-2012),fueron desplazados y despojados de sus hogares más de cuatro millones de campesinos y habitantes de zonas rurales, a quienes los terratenientes y narcotraficantes confiscaron las tierras. (10) Las tácticas terroristas utilizadas por la estrategia contrainsurgente de los gobiernos sirvió a la doble finalidad de reprimir a la disidencia y acumular riqueza. Los periodistas de The Financial Times ignoran este capítulo del «crecimiento renaciente» de Colombia. Sienten particular entusiasmo por la consiguiente «seguridad» porque en el año 2012 afluyó una gran inversión exterior a gran escala, más de 6.000 millones de dólares, a las regiones mineras y petroleras que anteriormente estaban «aquejadas» de disturbios. (11)

Los principales señores de la droga, que estaban estrechamente vinculados a los gobiernos de Uribe y Santos y posteriormente fueron encarcelados y extraditados a Estados Unidos, han declarado en sus testimonios que financiaron y eligieron a un tercio de los miembros del Congreso colombiano afiliados al partido de Uribe y Santos en esa «democracia más antigua» de América Latina a la que se refiere Rathbone. Según Salvatore Mancuso, ex jefe del escuadrón de la muerte paramilitar de 30.000 miembros de Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), él mismo se encontró con el entonces presidente Uribe en diferentes zonas del país y le entregó dinero y facilitó apoyo logístico en su campaña de reelección de 2006.

También afirmó que muchas corporaciones nacionales y multinacionales financiaron el crecimiento y la expansión de los escuadrones de la muerte. Lo que Rathbone y sus colegas periodistas de The Financial Timescelebran como la emergencia de Colombia como paraíso del inversor está cuajada de la sangre y la matanza de miles de campesinos, sindicalistas y activistas colombianos pro derechos humanos. La sangrienta historia del reinado de terror de Uribe y Santos ha sido omitida por completo de la narración actual de la «historia de éxito» de Colombia. Las descripciones detalladas de la brutalidad de las matanzas y las torturas de los escuadrones de la muerte patrocinados por Uribe y Santos, que refieren la utilización de sierras eléctricas para amputar extremidades de campesinos sospechosos de simpatías izquierdistas, están a disposición de todo aquel periodista que esté dispuesto a consultar a las principales organizaciones de derechos humanos de Colombia. (12)
Los escuadrones de la muerte y el ejército actúan de forma coordinada. El ejército recibe entrenamiento de más de un millar de asesores de las fuerzas especiales estadounidenses. Llegan a una aldea en una oleada de helicópteros suministrados por Estados Unidos, arrebatan la región a las guerrillas y, a continuación, permiten que los terroristas de AUC saqueen las aldeas matando, violando y destripando a hombres, mujeres y niños sospechosos de simpatizar con la guerrilla. Las tácticas terroristas han expulsado de las zonas rurales a millones de campesinos.
Permitir que los generales y los señores de la droga se apropien de sus tierras
Los defensores de los derechos humanos suelen ser blanco frecuente del ejército y los escuadrones de la muerte. Los presidentes Uribe y Santos los acusan primero de ser colaboradores activos de la guerrilla por dar a conocer los crímenes contra la humanidad cometidos por el gobierno. Una vez marcados, esos defensores se convierten en «blancos legítimos» para el ataque armado de los escuadrones de la muerte y el ejército, que actúan con absoluta impunidad. Entre los años 2002 y 2011 se perpetraron 1.470 actos de violencia contra defensores de los derechos humanos, cuya cifra récord se alcanzó en 2011 con 239, entre los cuales hubo 49 asesinatos durante la presidencia de Santos. (13) Más de la mitad de los defensores de los derechos humanos asesinados son indígenas y afro-colombianos.
El terrorismo de Estado fue y sigue siendo el principal instrumento de gobierno con los presidentes Uribe y Santos. Según la Fiscalía General, entre los años 2010 y 2012 se produjeron en los «campos de la muerte» colombianos decenas de miles de homicidios, 1.597 matanzas y millares de desapariciones. (14)
La práctica de «falsos positivos» revelada por la prensa colombiana, según la cual el ejército secuestra a jóvenes pobres, los disfraza de guerrilleros y los asesina, se encuentran en los respetables medios de comunicación impresos estadounidenses como prueba de los éxitos militares de Santos y Uribe en su lucha contra la guerrilla. Hay 2.472 casos documentados de asesinato de falsos positivos a manos del ejército. (15)
Honduras: The New York Times y el terrorismo de Estado
The New York Times publicó un artículo sobre Honduras en el que subrayaba la «cooperación» del gobierno en la lucha estadounidense contra la droga. (16) El periodista Thom Shanker habla de una «asociación» basada en la expansión de tres nuevas bases militares y el estacionamiento en el país de las fuerzas especiales estadounidenses. (17)
Shanker describe la victoriosa operación de las fuerzas de operaciones especiales de Honduras, orientadas y dirigidas por formadores de las fuerzas especiales estadounidenses. Shanker habla de la visita realizada por una delegación de miembros del Congreso estadounidense que evaluaó a las tropas locales en lo referente al respeto a los derechos humanos y cita que el embajador estadounidense en Honduras elogió al gobierno como «socio entusiasta y capacitado para este esfuerzo conjunto». (18)
Hay paralelismos insidiosos entre la forma de encubrir al gobierno extremista criminal de Honduras por parte de The New York Times y la cruda promoción que lleva a cabo The Financial Times de esta democracia de escuadrones de la muerte de Colombia.

El gobierno actual encabezado por el «presidente» Lobos, que invita al Pentágono a ampliar su control militar sobre grandes franjas de territorio hondureño, es fruto de un golpe militar respaldado por Estados Unidos que derrocó a un presidente liberal elegido el 28 de junio de 2009, un aspecto que Shanker olvida mencionar. Lobos, el presidente de rapiña, mantiene el control asesinando, encarcelando y torturando a críticos, periodistas, defensores de los derechos humanos y trabajadores rurales sin tierra que pretenden reclamar las tierras que les han arrebatado violentamente los terratenientes que respaldan a Lobos.
Tras el golpe militar, miles de manifestantes hondureños en favor de la democracia fueron asesinados, apaleados y detenidos. Según estimaciones conservadoras de Human Rights Watch, 20 disidentes pro democracia fueron asesinados por el ejército y la policía. (19) Entre enero de 2010 y noviembre de 2011, al menos 12 periodistas críticos con el gobierno de Lobos fueron asesinados.
En las zonas rurales, donde el reportero de The New York Times describe un idilio amoroso entre las fuerzas especiales estadounidenses y sus homólogas hondureñas, entre enero y agosto de 2011 fueron asesinados 30 campesinos en el valle de Bajo Aguan, al norte de Honduras, por escuadrones de la muerte a sueldo de los oligarcas que apoyan a Lobos. (20) Ni un solo asesino del ejército, la policía o los escuadrones de la muerte ha sido juzgado y encarcelado. Roberto Micheletti, líder golpista, y el presidente Lobos, su sucesor, han atacado reiteradamente las manifestaciones en favor de la democracia, en especial las encabezadas por maestros, estudiantes y sindicalistas, y han torturado a centenares de disidentes políticos encarcelados.

Precisamente en el mismo periodo que The New York Times publica su artículo más entusiasta sobre las relaciones amistosas entre Estados Unidos y Honduras, el número de muertos entre los disidentes en favor de la democracia aumentó bruscamente: en los primeros cuatro meses de 2012 han sido asesinados ocho periodistas y un locutor de televisión. (21) A finales de marzo y principios de abril de 2012, nueve campesinos y empleados fueron asesinados por terratenientes favorables a Lobos. (22) Ninguna detención, ningún sospechoso… la impunidad reina en la tierra de las bases militares estadounidenses. The New York Times sigue el ejemplo de la complicidad y la ley del silencio propias de la mafia.

Siria: Cómo The Financial Times absuelve a los terroristas de Al Qaida

Mientras los terroristas respaldados por Occidente saquean Siria, la prensa occidental, especialmente The Financial Times, sigue absolviendo a los terroristas de colocar coches bomba, matar y mutilar a centenares de civiles. Con un cinismo descarnado, sus reporteros se encogen de hombres y dan crédito a las afirmaciones de los terroristas de Londres dedicados a sembrar propaganda, según la cual el gobierno de Assad se dedica a destruir sus propias ciudades y sus fuerzas de seguridad. (23)

Conclusión
Mientras el gobierno de Obama y sus adláteres europeos abrazan públicamente el extremismo, (incluido el terrorismo de Estado), los asesinatos selectivos y los coches bomba en ciudades abarrotadas, la prensa respetable le imita. El extremismo adopta muchas formas: desde la omisión de información sobre el uso de la fuerza y la violencia para derrocar a gobiernos adversarios hasta el encubrimiento de asesinatos generalizados de decenas de miles de civiles y la expropiación de millones de campesinos y agricultores.
Las «clases cultas», los lectores acomodados, están siendo adoctrinados por los medios respetables para que crean que el presidente Santos sonriente y pragmático y el presidente electo Lobos han conseguido consolidar la paz y la prosperidad basada en el mercado y garantizar un acuerdo de libre comercio y unas concesiones de bases militares a Estados Unidos que benefician a ambas partes, aun cuando los dos gobiernos ocupen los primeros puestos de la lista de países del mundo donde se asesinan a más sindicalistas y periodistas. Incluso hoy, día 15 de mayo de 2012, mientras leo que la asamblea de congresistas hispános de Estados Unidos ha otorgado a Lobos el primer puesto en un galardón de defensa de la democracia, la prensa hondureña informa del asesinato del director de informativos de la emisora de radio HMT, Alfredo Villatoro, que hace el número 25 de los periodistas críticos asesinados entre el 27 de enero de 2010 y el 15 de mayo de 2012. (24)
El apoyo de la prensa respetable al extremismo y su utilización de una terminología demonizadora y un lenguaje virulento para describir a los adversarios del imperio van a la par de las alabanzas eufóricas y efusivas de los terroristas de Estado y los mercenarios pro occidentales. El encubrimiento sistemático ejercido por el periodismo extremista va mucho más allá de los casos de Colombia y Honduras. El reportaje de Michael Peel en The Financial Times sobre la devastación dirigida por la OTAN de Libia (el estado de bienestar más avanzado de África) y el ascenso al poder de bandas armadas de terroristas tribales e islámicos fanáticos se presenta como una victoria de la democracia sobre «una dictadura brutal». (25) La mendacidad y la hipocresía de Peel quedan patentes en sus vergonzosas afirmaciones de que la destrucción de la economía libia y la tortura masiva y los asesinatos raciales que siguieron a la guerra de la OTAN son una victoria del pueblo libio.
El giro totalitarista de la prensa respetable es consecuencia directa de su adulación de las medidas extremistas adoptadas por los gobiernos occidentales. Como, al igual que sucede con el uso de la fuerza, la violencia, el asesinato y la tortura, las medidas extremistas se han convertido en práctica habitual de los presidentes y primeros ministros actuales, a los periodistas no les queda otra opción que inventar mentiras para racionalizar los delitos y escupir un chorreo constante de adjetivos muy recargados con el fin de convertir a las víctimas en verdugos y a los verdugos, en víctimas. El extremismo en defensa de los gobiernos pro estadounidenses ha desembocado en los relatos más grotescos que se puedan imaginar: los presidentes de Colombia y México son los líderes de las economías más absolutamente narcotizadas del continente, pero se les elogia por la guerra que libran contra las drogas mientras que a Venezuela, el país productor más marginal, se le estigmatiza calificándolo de ser el principal «narcoducto». (26)
Los artículos sin ningún fundamento de hecho, indignos de ser fuente de información objetiva, nos orientan a buscar una explicación subyacente. Colombia ha firmado un tratado de libre comercio que beneficiará a las exportaciones estadounidenses frente a las colombianas en una proporción de dos a uno. (27) La política de libre comercio de México ha beneficiado en una proporción similar al sector agrario y los grandes minoristas estadounidenses.
El extremismo en todas sus modalidades se infiltra en los gobiernos occidentales y encuentra su justificación y racionalización en los medios respetables, cuya misión es adoctrinar a la sociedad civil y convertir a los ciudadanos en cómplices voluntarios del extremismo. Al prologar interminablemente los «reportajes» sobre Putin, de Rusia, presentándolo como un tirano autoritario de la era soviética, los medios respetables evitan todo debate sobre el hecho de que ha duplicado el nivel de vida y ha obtenido una victoria electoral con más del 60 por ciento de los votos.

Al magnificar el pasado autoritario de Gadafi, sus mastodónticas obras públicas, sus programas de bienestar social y sus generosos programas de inmigración y ayuda exterior al África subsahariana quedan relegados al pozo sin fondo de la memoria. Las alabanzas que la prensa respetable vierte sobre los presidentes Santos y Lobos y sus escuadrones de la muerte forman parte de un desplazamiento sistemático a gran escala y largo plazo desde la pretensión hipócrita de promover las virtudes de una república democrática a la suscripción abierta de un imperio asesino y enfurecido. La nueva regla de los periodistas dice: «para la defensa del imperio, el extremismo no es ningún mal».

Notas
(1) Hay consenso generalizado acerca de que entre los medios de comunicación impresos respetables se encuentran The Financial Times, The New York Times, The Washington Post y The Wall Street Journal.
(2) The Financial Times (en adelanet, FT), 8 de mayo de 2012; véase también FT, 4 de mayo de 2012, «Colombia looks to consolidate gains in country of complexities» [«Colombia aspira a consolidar beneficios en el país de las complejidades»].
(3) FT, 8 de mayo de 2012, p. 1.
(4) FT, ibíd.
(5) BBC News, 5 de mayo de 2012.
(6) Ibíd.
(7) Renan Vega Cantor, ¡Sindicalicidio! (Un cuento poco imaginativo de) terrorismo laboral, Bogotá, 25 de febrero de 2012.
(8) Ibíd.
(9) Ibíd.
(10) Informe de CODHES, noviembre de 2010.
(11) FT, 8 de mayo de 2012, p. 4.
(12) Véanse los informes anuales de CODHES, Reiniciar y Human Rights Watch.
(13) «Claroscuro», Informe anual 2011 del Programa Somos Defensores, Bogotá, 2012; Corporación Colectivo de Abogados, enero-marzo de 2012.
(14) Fiscalía General, Informe de 2012.
(15) http://www.falsos.positivos.blogspot.com
(16) Thom Shanker, «Lessons of Iraq Help US Fight a Drug War in Honduras» [«Las enseñanzas de Iraq ayudan a Estados Unidos a luchar contra la droga en Honduras»], The New York Times, 6 de mayo de 2012.
(17) Ibíd.
(18) Ibíd.
(19) Human Rights Watch, Informe mundial de 2012
(20) Honduran Human Rights, 12 de mayo de 2012.
(21) Ibid
(22) Ibíd.
(23) El flagrante encubrimiento de los coches bomba es obra de las estrellas del periodismo de The Financial Timesenviadas a Oriente Próximo. Véase Michael Peel y Abigail Fieldgin-Smith, «At Least 55 Die in two Damascus Explosions: Responsibility for Blasts Disputed» [«Al menos 55 muertos en dos explosiones en Damasco: autoría en discusión»], FT, 11 de mayo de 2012.
(24) Honduras Human Rights, 24 de abril de 2012.
(25) Michael Peel, «The Colonels Last Stand», FT, 12 y 13 de mayo de 2012.
(26) Uno de los narcotraficantes más conocido de Colombia describió los estrechos lazos financieros y políticos existentes entre los terroristas de Autodefensas Unidas de Colombia y los gobiernos de Uribe y Santos. Véase La Jornada, 12 de mayo de 2012.
(27) BBC News, 15 de mayo de 2012. Según las estimaciones de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, el valor de las exportaciones norteamericanas a Colombia podría aumentar en 1.100 millones de dólares, mientras que las de Colombia aumentarían 487 millones de dólares.

lunes, 14 de mayo de 2012

Significado Real de los TLC entre Colombia y EEUU/Canadá/Unión Europea….

La propaganda oficial sobre los supuestos beneficios de los TLC, obviamente amplificada por sus medios serviles, ha alcanzado niveles de patetismo, cinismo y descaro que ya hasta la entrada al país (libre de impuestos) de motocicletas Harley Davidson es presentada como una “prueba” más de la prosperidad que traerá el tratado comercial con los EEUU, especialmente.

Muchas son las voces que han presentado argumentos y estudios irrefutables  sobre los perjuicios irreparables que en realidad causará el TLC con los EEUU; y en ultimas, cualquier tratado de comercio negociado por este y el gobierno que le antecedió;  negociaciones en las que los únicos ganadores son los países de la contraparte; y por supuesto, los negociadores colombianos que sacaron grandes tajadas representadas en millonarias comisiones en pago por su arrodillamiento y entrega absoluta de los recursos, patrimonio y soberanía nacional.

Estas voces por supuesto no cuentan con las poderosas maquinarias propagandistas de los grandes medios,  así que sus argumentos escasamente son escuchados por los sectores de población que también se oponen a estos tratados comerciales.  A la escasez de audiencia y medios para llegar a sectores más amplios de la población, también contribuye el hecho de que el lenguaje con el que se explican el carácter, extensión y consecuencias devastadoras que traerán estos tratados, no es fácilmente comprensible por la población en general;  y ante el bombardeo de la propaganda oficial sobre los supuestos beneficios, la mayoría de la población cae en la trampa de aceptar como verdades mentiras que se las repiten las 24 horas del día.  

Por esta razón, tal vez el único recurso que queda sea el de descifrar el verdadero significado de los TLC, recurriendo simplemente a los múltiples sinónimos con que en la práctica se puede definir el acrónimo TLC.

A continuación presentamos unas de las tantas interpretaciones difundidas en los últimos días a través de twitter .

T L C:

Tratado entre Lacayos y Corruptos - Tratado entre Lobos y Corderos - Tratado entre Leones y Castores - Transporte Legal de Coca - Tratado entre Ladrones y Corruptos - Triste Lapso Criminal - Tumbando a Los Colombianos - Tumbada Lanzada en Cartagena - Tratado entre Lacras y Criminales - Tras de Ladrones Cotudos - Todos Lamentaran la Catastrofe - Todos a La Calle - Total Locura Capitalista - Tenemos Lista otra Colonia - Timamos a Los Colombianos - Tombos Listos a Cascar - Tiranía que Limita a Colombia - Triste y Lamentable Canallada - Traición Letal a Colombia - Tiranos Listos a Colonizar - Todos Lloraremos a Colombia - Traidores, Ladrones y Canallas - Tiranos Lapidan Campesinado - Tortura Letal del Campesinado - Tortura Lenta a Colombia

………….La lista es muy larga; solo piensen como la combinación de tres palabras derivadas del acrónimo TLC puede traducir y transmitir efectivamente cuales son los verdaderos propósitos,  justificaciones, beneficiarios y consecuencias de los mal llamados tratados de libre comercio…


La sigla en Ingles del TLC es FTA = Free Trade Agreement.


Pero para los EEUU, en la practica, FTA significa "Fuck Those Assholes" (Jodete a esos idiotas; en este caso a los colombianos).  A los pobres Mexicanos se los vienen "jodiendo" desde Enero de 1994 (mas de 16 anos!!)

martes, 8 de mayo de 2012

Trabajo periodístico de Romeo Langlois: develación del seudoperiodismo prepago colombiano

Tienen que ocurrir hechos que llamen la atención de la prensa internacional para que la gran mayoría de colombianos se enteren de que en Colombia hay un conflicto interno y que como consecuencia de ello, la mayoría de su población sufre las consecuencias de una guerra que se ha prolongado por más de medio siglo.

El reciente hecho derivado precisamente de este conflicto es la retención por parte de las FARC, del periodista francés Romeo Langlois. Y como se trata de un periodista extranjero que cubría lo que a los pocos periodistas colombianos (honestos y competentes) no les está permitido cubrir, el hecho se convierte en una oportunidad para, en retrospectiva, presente y futuro, hacer un análisis sobre el nivel, rigurosidad, profundidad e imparcialidad con que este conflicto ha sido tratado por la prensa colombiana.

Al respecto, lo primero que sale a flote es que si no fuera por reporteros independientes como Romeo Langlois, la gran mayoría de acciones y consecuencias de la guerra que se libra en Colombia no pasarían de ser simples “actos terroristas” cometidos por una sola de las partes en conflicto.

Y así se percibe porque el periodismo colombiano se ha reducido a básicamente dos categorías: los que no cubren el conflicto, y los que lo “encubren”.

Los primeros, aunque contados, no lo cubren pero no porque no lo quieran hacer, sino porque si lo hacen (de hecho algunos lo han hecho) son objeto de amenazas, estigmatizaciones, de campañas de descredito, y hasta de atentados contra su vida. La cifra de periodistas colombianos asesinados, coincidencialmente luego de recibir amenazas y falsas acusaciones de ser voceros de la guerrilla, alcanza la cifra escandalosa de 20 en la ultima década. A estas ejecuciones extrajudiciales por parte del estado colombiano se suman las decenas de periodistas que han tenido que huir del país escapando las persecuciones y amenazas de muerte, no solo contra ellos sino contra sus familias.

La segunda categoría, los mal llamados periodistas que “encubren” el conflicto, son los aliados, cómplices y sirvientes del gobierno de turno, y que trabajan para grupos empresariales nacionales o extranjeros propietarios de los grandes medios de comunicación y de muchos otros negocios; y que por lo mismo no son más que cajas de resonancia de la propaganda y desinformación que genera el régimen. Y esto tiene lógica, pues es precisamente la negación, el ocultamiento, la minimización o la distorsión del conflicto interno lo que les permite perpetuarlo, con todos los beneficios económicos y políticos que ello conlleva: mantener un gobierno represivo y en permanente estado de guerra contra la población, lo que a su vez les permite mantener e introducir políticas económicas que se traducen en billonarias ganancias para un grupo minúsculo de corruptos colombianos conformado por quienes hacen parte del gobierno y las elites políticas/empresariales que lo eligen y sostienen; y obviamente, para gobiernos extranjeros y sus multinacionales que son las que alimentan el circulo vicioso de la violencia, el saqueo y la corrupción que carcome a toda la nación.

No es sino develar quienes están detrás de algunos de los medios prepagados que la gran mayoría de colombianos escucha, lee o sigue por televisión todos los días:
  • RCN de propiedad del grupo Ardila Lule quienes también son dueños de grandes conglomerados industriales como ingenieros azucareros, plantas de biocombustible, agroindustrias, embotelladoras de gaseosas, empresas textiles, y hasta de equipo de fútbol.  
  • La W Radio y Caracol Radio de propiedad del grupo Prisa, uno de los conglomerados de medios mas poderosos de España y como tal con inmenso poder de influencia en los gobiernos de España y Colombia.
  • El Tiempo, que siempre ha estado en manos de la oligarquía mas rancia del país, la familia del presidente Santos, y que recientemente ha pasado a manos del cacao más poderoso del país, Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien es también el contratista más grande del estado, el mayor especulador/usurero del sistema financiero y un gran beneficiario del lavado de dinero del narcotráfico.
  • El Espectador y Caracol TV, de propiedad del Grupo Santo Domingo, ex propietario de la empresas Bavaria y Avianca, quienes además de las inmensas ganancias obtenidas por la venta de estas empresas, especialmente de Bavaria, vieron incrementar exponencialmente sus riquezas (de la noche a la mañana) mediante la exención de billones de pesos que debían pagar como impuestos con ocasión de la venta, pero que se los robaron gracias a artimañas financieras y tributarias que, en contubernio con el gobierno de entonces, les permitió cerrar el millonario negocio como si fuese una fusión empresarial. Hoy el nombre de este ladrón de cuello blanco es venerado como si hubiese sido el mayor benefactor del país, solo porque ha construido un par de escuelas.
Tal vez estos pocos ejemplos les permita desechar la basura que los medios prepago nacionales y sus similares internacionales les inculcan todos los días; y sobre todo entender porque Colombia ocupa el puesto 143 en el ultimo índice de libertad de prensa    

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